jueves, 16 de febrero de 2012

CON AMOR ATT. MJP

Tu y Yo Tú... tentadora, como la manzana; atrayente, como la luz; dulce, como la miel; deliciosa, como la fruta; delicada, como la nube; ofrecida, como la promesa; acogedora, como el hogar; mimosa, como la gata; profunda, como la mar; perfumada, como la flor; misteriosa, como la noche; romántica, como la poesía; sensual, como el terciopelo; esperada, como el futuro... Así deseo seas en mi amor. Yo... cálido, como el verano; sensible, como la piel; aventurero, como el viento; experimentado, como el pasado; juguetón, como el niño; estimulante, como el vino; atrevido, como el abismo; tierno, como la madre; apasionado, como el volcán; entretenido, como el tiempo; voluptuoso, como el humo; complaciente, como la tierra; amante, como la sombra; eterno, como el paraíso... Así quiero ser en tu lecho.

AMOR

Amor
Tantos días, ay tantos días
viéndote tan firme y tan cerca,
¿como lo pago, con que pago?

La primavera sanguinaria
de los bosques se despertó,
salen los zorros de sus cuevas,
las serpientes beben rocío,
y yo voy contigo en las hojas,
entre los pinos y el silencio,
y me pregunto si esta dicha
debo pagarla como y cuando.

De todas las cosas que he visto
a ti quiero seguir viendo,
de todo lo que he tocado,
solo tu piel quiere ir tocando:
amo tu risa de naranja,
me gustas cuando estas dormida.

Que voy a hacerle, amor, amada,
no se como quieren los otros,
no se como se amaron antes,
yo vivo viéndote y amándote,
naturalmente enamorado.

Me gustas cada tarde más.
Dónde estará? Voy preguntando
si tus ojos desaparecen.
¡Cuánto tarda! Pienso y me ofendo.
Me siento pobre, tonto y triste,
y llegas y eres una ráfaga
que vuela desde los duraznos.

Por eso te amo y no por eso,
por tantas cosas y tan pocas,
y así debe ser el amor
entrecerrado y general,
particular y pavoroso,
embanderado y enlutado,
florido como las estrellas
y sin medida como un beso.

MI PRINSECITA BELLA

                                      

Amor Eterno
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.